La sombra es un tajo de mi corazón
Sobre un futuro de verdad incierta,
No quiero encontrar la razón
De que aun viva yo parezca muerta.
Mi alma se va desgarrando a jirones,
De mis ojos ya no corren más lágrimas.
Puedo aferrarme a la vida a tirones
O dejarme morir así sin más.
Ahora siento siempre un dolor en el pecho,
Y unas intensas ganas de dormir.
Quiero quedarme tendida en mi lecho.
Dormir… Soñar… y al fin morir.
No quiero encontrar razón al llanto
Que a mis ojos sin lágrimas dejó.
Ya quiero dejar de pensar tanto
En ese sueño que no soñó.
Una luz me aferra a este mundo
Marcando el camino para vivir;
Sin esa luz yo al fin me hundo
Y mi corazón deja de latir.
Luz de amarga agua marina
Plasmada en el viento al anochecer,
Protectora luz divina
Que me incita a renacer.
Una lágrima corre de nuevo por mi mejilla
Sin más aviso que su presencia,
Volviendo a mí por la rejilla
Que forman mis labios sin esencia.
Tú te apagas… Yo me apago…
Estás dejando de brillar.
Al fin mi carta de despedida hago.
Volveré cuando vuelvas a soñar.